El cambio en el manejo de procesos y el seguimiento de impacto son algunas de las oportunidades de lo digital en el sector farma.

Mientras los fabricantes de medicamentos buscan nuevas maneras de incorporar la tecnología digital en su forma de hacer negocios, persiste la interrogante de si las compañías farmacéuticas tradicionales están realmente dispuestas avanzar en este camino.

Es que pese a que uno de los valores más interesantes para la industria es cómo la tecnología puede ser capaz de complementar o apoyar las terapias farmacológicas, existen barreras para renovar el sistema de manejo de los procesos, actualizar el cómo se realiza el seguimiento de impacto y la ampliación de su escala.

Como dato, sólo el 5% de las farmacéuticas, fabricantes de medical devices y profesionales de la salud se identifican como organizaciones con un grado de digitalización avanzado. Esto, pese a que existen áreas donde los desarrollos digitales darán más valor a las empresas farmacéuticas.

Hace ya unos diez años las compañías del área empezaron a evaluar sus modelos de digitalización de venta, a la vez que se preparaban para la caída en las patentes de los medicamentos.

En la era digital, y gracias a  la gran cantidad de información médica disponible en la web y en apps, los pacientes son mucho menos dependientes de sus médicos para asesorarse, estando cada vez más dispuestos a tener un mayor control sobre su propia salud.

En ese contexto, es evidente la necesidad de sustituir el modelo tradicional en el que un representante de ventas intenta hacer la mayor cantidad impactos posibles, midiéndose los resultados por el número de recetas escritas por el médico.

Así, los laboratorios fabricantes de medicamentos de prescripción deben empezar a pensar más en su marketing digital y reputación online, vigilando los foros donde aparece su marca corporativa y/o comercial para responder a tiempo, evitar la difusión de un mensaje negativo o, al contrario, potenciar la visibilidad de aquellos positivos.

Sumado a esto, existen distintos tipos de marketing de contenidos que pueden contribuir a la notoriedad de la marca y a posicionarse en el Top of Mind (TOM) de los potenciales clientes sin mencionar una terapia o producto concreto.

En definitiva, la digitalización de la industria farmacéutica es posible, ¡pero necesitamos más pioneros digitales!

 Viktoria Kudriavtceva 

 

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