Por Paula Nuevo

El sector farmacéutico está en constante innovación, y más estos últimos meses donde parece que haya evolucionado más que en los últimos 20 años. Se ha tenido que adaptar a las circunstancias actuales y llevar a cabo una transformación tecnológica increíble. Y más que va a evolucionar en los próximos años.

No solo evoluciona el sector sino también sus trabajadores. En el mundo del marketing farmacéutico se ha vivido de la misma manera que en cualquier otro sector: transformación total. Lanzamientos complicados, equipos de venta paralizados, digitalización como modelo de vida… No hace falta decir que la frase “estás en mute” es la frase que predomina nuestras reuniones y llamadas.

En un momento como el actual, es fácil pedir habilidades o aptitudes para los futuros candidatos a profesionales del marketing farmacéutico que tengan relación con el mundo digital. Así pues, en un sector que lleva hablando de digitalización e innovación desde hace ya más de un año, he querido aportar mi granito de arena para recordar que seguimos siendo personas y profesionales de carne y hueso (que no de chips y cables). Somos las mismas personas que trabajamos día a día para ayudar a otras personas.

Seguimos siendo personas trabajando con y para personas

Es por eso que me lanzo a proponer 5 habilidades que todo Product Manager del sector farmacéutico debería tener. Para ello me basaré en mi experiencia en el sector y mi opinión subjetiva. Sin embargo, voy a intentar explorar al máximo mis aprendizajes a lo largo de este último año y lo que he podido aprender de mis compañeros y diferentes situaciones relacionadas con el mundo del marketing farmacéutico.

  1. Proactividad. Además del trabajo en equipo, la proactividad también puede ser un método de trabajo completamente válido. El comportamiento proactivo, a veces, es difícil de desarrollar, pero muy agradecido por las organizaciones. Es como el trabajo en equipo, pero individual, orientado al cambio. El Product Manager debe saber organizarse, gestionar, informar a otros, formar a los demás, etc., por tanto, la iniciativa propia es una habilidad que puede aportar valor en muchísimos aspectos. ¿Acostumbras a proponer ideas? ¿A proponer actividades nuevas e innovadoras? ¿A dar a conocer tu opinión en diferentes proyectos?
  2. Problem solver. En cualquier situación del día a día se pueden presentar “problemas” o situaciones de las que hay que salir. Desde la elaboración de resultados, presentaciones, entregas… Ser resolutivo es un must para cualquier Product Personalmente, muy relacionado con la creatividad y la personal involucración en el equipo (y de su éxito). ¿Eres capaz de salir de situaciones complicadas? ¿De ser creativo y buscar maneras distintas de hacer las cosas? ¿Te preocupa que los proyectos salgan adelante?
  3. Comunicación. Está claro que para ser Product Manager hay que ser un buen comunicador y por razones obvias no podía faltar en mi lista. Aun y así, existen muchos tipos de comunicación. Yo propongo la comunicación fácil y simple. Aquella que es directa. Parece una habilidad obvia, pero ¿realmente cuidamos nuestra comunicación? Simplificar e ir al grano te puede sacar de un gran apuro. A veces, menos, es más. En un mundo donde estamos en constante contacto con gente de diferentes departamentos y backgrounds, parece clave tener una comunicación directa y precisa. ¿Llega el mensaje que quieres transmitir? ¿Es fácil de entender? ¿Te has puesto alguna vez en el lugar del oyente? ¿Con qué mensaje se queda tu público? ¿Sobran puntos en tu mensaje, que puedan entorpecer al receptor?
  4. Adaptación. Personalmente, creo que la capacidad de adaptarse es una de las características más importantes. Todo Product Manager debería saber adaptarse a cualquier tipo de situación, desde el trabajo bajo presión como el trabajo a largo plazo. Desde el trabajo autónomo al trabajo intergrupal. Y aprender rápido, que también va muy de la mano. No hace falta mencionar a la gran adaptación que está experimentando actualmente la industria farmacéutica. ¿Puedes trabajar con gente diferente cada día? ¿Sabes aprender nuevas habilidades en poco tiempo? ¿Te adaptas con facilidad a las nuevas adversidades? ¿Te estresan este tipo de situaciones?
  5. Cuidar el detalle. Ser detallista y tener en cuenta siempre todas las variables es clave para desarrollarse en el día a día del Product Manager. En un entorno donde trabajamos con personas y para personas, es muy importante cuidar todos los puntos de nuestro trabajo: desde nuestras palabras, nuestros emails, nuestros reports, nuestras presentaciones… En un mundo tan globalizado e interpersonal, cuidar el detalle puede abrirnos puertas, personas, conexiones… Muy conectado con recordar que la amabilidad y la ética deben tener un peso igual o mayor que cualquier otra habilidad. ¿Te preocupas de medir bien tus palabras? ¿De repasar bien tus presentaciones? ¿De cuidar tus relaciones laborales?

Así pues, parece indudable que el mundo digital está dominando nuestro día a día. Cada vez estamos más influenciados y/o condicionados por máquinas y ordenadores. En un entorno donde nos bombardean cada día con nuevas tecnologías (sin mencionar a la inteligencia artificial), deberíamos siempre recordar que seguimos siendo personas. Trabajando con y para personas.

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