Crowdfunding es el proceso en el cual, a través de diferentes portales,  se puede donar, prestar o invertir dinero en una empresa o en un proyecto. Una persona propone una idea y la suma de dinero que necesita para realizarla. Los usuarios (crowd) ven la idea y si les gusta deciden apoyarla con pequeñas sumas de dinero.

La mayoría de estos portales operan sobre la base del “todo o nada”: el proyecto debe alcanzar su objetivo de financiación; si no, se cobra al usuario y no se le proporciona el regalo asignado (acorde a la cantidad donada).

Los proyectos más tradicionales de crowfunding han sido de tipo cultural. Por ejemplo: la promoción de una película, un videojuego o una revista. Sin embargo, el fenómeno se está extendiendo rápidamente a todos los sectores. En mi blog os hablo de la aplicación del crowfunding al sector healthcare.

Dos portales de EE.UU. me han llamado la atención por el enfoque hacia la salud y la innovación médica: Health Tech Hatch y Medstartr. Este último ha sido el pionero en el sector y ofrece en la actualidad la posibilidad de cofinanciar el desarrollo de Apps útiles en la diabetes, en la detección del cáncer o para la obtención de un diagnostico clínico.

A nivel español, las webs de crowfunding están proliferando pero no hay de momento un equivalente a Medstartr… aunque puede que sea solo una cuestión de tiempo. De las nacionales, caben destacar Verkami, Lanzanos y Goteo donde aparecen opciones de inversión, sobre todo enfocadas a la investigación científica.

En Lanzanos encontramos proyectos como el del profesor Naranjo del CNB, para invertir en la adquisición de equipamiento informático y de análisis de imagen para mejorar la investigación en enfermedades neuronales como el Alzheimer, el Parkinson y el Huntington. Ofrece la posibilidad a los inversores de visitar sus instalaciones y ver el trabajo que llevan a cabo.

Una iniciativa similar es la promovida por la Dra. Luisa Mª Botella Cubells del CIB (a través de Vorticex) que junto a su equipo han lanzado una campaña de crowdfunding para poder seguir estudiando la Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria, una enfermedad genética que afectas a unas 8.000 personas en España y que, si no es diagnosticada, conlleva la muerte de los pacientes.

Y desde el punto de vista del Marketing, ¿qué tipo de herramientas tenemos que utilizar en este tipo de campañas?

Ante todo, destacar que recaudar fondos a través de crowfunding es una manera más económica de conseguir muchas pequeñas cantidades de dinero y -muy importante- obtener una validación temprana del mercado (por ejemplo, para un producto que se está desarrollando).

Desde el punto de vista del Marketing, requiere una aproximación totalmente diferente a la que se está utilizando hasta ahora en la búsqueda de financiación. La comunicación resulta clave porque nos dirigimos a un público mucho más amplio, con diferente background cultural y diferentes necesidades. Por ello, la información y la manera de comunicar tienen que ser la base de nuestra campaña. Y si llegamos a conquistar a nuestro público, aparte de tener una respuesta sobre la aceptación de nuestro producto, nos beneficiaremos de tener una base de seguidores que utilizará las redes sociales para difundir nuestro proyecto.

Un aspecto importante a considerar es que además de que la gente quiere un retorno de su inversión, también quieren ser parte de algo grande (igual a socialmente importante), por lo que el enfoque del crowdfunding es aconsejable para las empresas que abordan una historia de interés humano. Por ejemplo: un medicamento para curar el cáncer, una enfermedad que no tiene cura o una que afecte a niños.

Es importante también que la tecnología que propongamos sea emocionante y que nuestro equipo tenga unas sólidas bases de marketing y comunicación para plasmar nuestro proyecto en un video cautivador de unos 10 minutos -o menos- de duración. Para que funcione, la entrega tiene que ser rápida, lo cual puede ser un aspecto negativo para el sector farma ya que el I+D requiere de mucho tiempo y grandes inversiones.

En este sentido, hay que encontrar la manera de premiar a los pequeños inversores y mantenerlos interesados para que en el futuro puedan reinvertir en otro proyecto. Debemos tener en cuenta que el crowdfunding no es un reemplazo para el dinero del Venture Capital sino una vía adicional para la financiación y no es descartable que, en un futuro, se puedan abrir posibilidades de tipo híbrido donde podrían encontrarse inversionistas y empresarios.

Irena Bonin

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