Parece que el sector de la salud pase desapercibido cuando hablamos de cambio climático; pocas veces se menciona la Industria Farmacéutica cuando se discute sobre la crisis medioambiental. Y ahí está el error.  

Un nuevo estudio ha demostrado que la Industria Farmacéutica no sólo contribuye ampliamente al calentamiento global, también es más contaminante que el sector de la automoción.

El artículo, publicado el pasado mayo en la revista científica Elsevier, muestra los resultados obtenidos después de evaluar las emisiones que la Industria Farmacéutica produjo por cada millón de dólares facturados en el 2015. Se observó que eran 48,54 toneladas (casi 50.000 kilos) de dióxido de carbono por cada millón, un 55% superior a las emisiones del sector de la automoción. Y la visión global es aún más escalofriante: un total de 52 millones de toneladas de dióxido de carbono fueron generadas en el año 2015 por el mercado de la Industria Farmacéutica.

Curiosamente, se observó también que tres de los gigantes farmacéuticos más rentables emiten de los niveles más reducidos de gases, por debajo de los máximos permitidos en el Acuerdo de París; así, es totalmente viable aumentar la sostenibilidad de las empresas farmacéuticas sin disminuir sus ingresos, siguiendo los pasos de Roche, Johnson and Johnson y Amgen.

El problema entonces se cree que reside en la legislación y regulación actual de la Industria Farmacéutica en términos de sostenibilidad ambiental; las leyes son demasiado laxas, y falta más investigación y escrutinio del sector  para mejorar el funcionamiento sostenible de las empresas. Para dar un ejemplo: más de 200 compañías forman parte del mercado global farmacéutico, y sólo 25 de éstas han reportado de manera consistente sus emisiones directas e indirectas de gases efecto invernadero en los últimos 5 años. Además, este estudio es sólo el tercero (con relevancia) que presta atención a las emisiones de gas invernadero del sector.

En conclusión: igual que otros sectores están cambiando sus maneras de producir para intentar disminuir su impacto ambiental, el sector farmacéutico no se puede quedar atrás. El futuro de nuestro planeta sólo será si es ecológico y sostenible.

Claudia Prat

Máster en Marketing Farmacéutico de la BSM UPF

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