Entendimiento entre marketing y finanzas
Las sesiones del máster que buscan facilitar el diálogo y la comprensión de los profesionales de las áreas de marketing con los financieros.
La primera vez que me propusieron impartir el módulo de finanzas en este máster, me preguntaba cuál debía ser el objetivo principal. Disponíamos de cuatro o cinco sesiones de tres horas y me asaltaban las dudas sobre qué interés podían tener las personas que se dedicarían al marketing farmacéutico en la materia de mi área de conocimiento.
De mi reflexión de entonces salió el contenido que, con algunas adaptaciones, ha ido constituyendo el módulo de finanzas del MIF. Puedo resumir el proceso que seguí en los siguientes puntos:
1. Las finanzas son un mundo amplio. No se pueden abarcar totalmente en un módulo del máster.
2. Hay que desmitificar las finanzas. No son una materia ardua y compleja.
3. Es imprescindible que los profesionales de marketing conozcan las bases de las finanzas (como los profesionales de las finanzas debemos conocer las bases del marketing).
4. Sólo habrá entendimiento si encontramos un lenguaje común.
A partir de esos puntos, creamos un programa diseñado para facilitar el diálogo y la comprensión de los profesionales de las áreas de marketing con los financieros.
Hoy quiero crearos un cierto grado de curiosidad por el módulo. Y a la vez, dar una idea de lo que son la finanzas. Dejadme que empiece poniendo un par de casos de la vida cotidiana:
Me comentaba un amigo lo mal que lo había pasado, durante un viaje en Nueva Zelanda, cuando se le había acabado el dinero en efectivo y había sobrepasado el límite de las tarjetas de crédito por unas prácticas dudosas de los hoteles que bloquean ciertos importes como precaución ante posibles impagados.
También hemos oído hablar de ciertas celebrities que no pueden hacer frente a sus obligaciones de pago frente a Hacienda o a otros acreedores pese a tener fincas, valiosas obras de arte, empresas reputadas…
En estos casos, hablamos de dificultades financieras. No hay ninguna duda que mi amigo era una persona solvente. O que los famosos a los que me refería en el párrafo anterior tienen más riquezas de las que se pueden gastar en una vida. Pero a los ojos de sus acreedores, no son personas capaces de cumplir con sus compromisos de pago.
Y he aquí el quid; poder hacer frente puntualmente a las obligaciones de pago, tanto en el corto plazo, como en el medio y el largo. De eso se tratan las finanzas.