Actualmente, los medicamentos que encontramos en las farmacias se producen de diferentes maneras, ya sea por síntesis química en el caso de moléculas simples; o por purificación en el caso de moléculas más complejas. Sin embargo, estas formas de producción traen diferentes inconvenientes: como bajos rendimientos de producción y que el fármaco se pueda contaminar con toxinas o virus. 

Es por eso, que la industria farmacéutica ha optado por seguir el camino de la ingeniería genética mediante el DNA recombinante para producir medicamentos proteicos. La primera proteína re-conbinante como medicamento fue la insulina para el tratamiento de la Diabetes Mellitus.  Hoy en día, muchos laboratorios farmacéuticos producen insulina humana a partir de bacterias y levaduras, de forma más simple y sin ningún tipo de riesgo para la salud. 

Otro ejemplo donde la biotecnología está implicada en la industria farmacéutica es el factor de coagulación humano. Se han producido, mediante DNA re-conbinante, factores de coagulación sanguínea, como el Factor VIII para pacientes con enfermedades hemorrágicas, como la Hemofilia o la enfermedad de Von Willenbrand

Por último, el gran boom de la biotecnología en la industria farmacéutica han sido los fármacos basados en anticuerpos monoclonales para todo tipos de enfermedades, desde oncológicas hasta alérgicas. 

Desde el punto de vista de los departamentos de marketing y debido al alto precio de estas moléculas, los planes de marketing tienen que basar buena parte de su estrategia en obtener un financiación provechosa y un óptimo acceso al mercado. Por lo que cada vez los departamentos de Market Access van ganando en importancia y tamaño.

Aina Benito

Máster en Marketing Farmacéutico de la BSM UPF

Share Button