Casos de aplicación de esta tecnología en el ámbito de la salud.

Parece ser que el 3D no era suficiente para los amantes de la tecnología. Tenían la necesidad de crear algo que nos dejara traspasar la barrera entre el mundo real y la ficción.

La realidad virtual ha llegado a nuestras vidas para quedarse.

Se define como un entorno de imágenes de apariencia real que crea en el espectador la sensación de estar inmerso en él. Estas imágenes se observan a través de gafas de realidad virtual, que funcionan como puerta de entrada a “otro mundo’’.

Todo empezó en el terreno del ocio, especialmente en el de los videojuegos. Sin embargo, fue tal su éxito, que provocó que no sólo los aficionados al juego quisieran probar la realidad virtual, sino que  también los profesionales de la salud se interesaran en ella.

La realidad virtual y la medicina

Con la realidad virtual es posible reproducir la anatomía de un cuerpo humano, de manera que se consigue una interacción real con el cuerpo del paciente antes de operarlo. En el campo de la cirugía, supone una reducción del tiempo operatorio, mayor precisión por parte del cirujano (ya sabrá qué hacer durante el procedimiento quirúrgico) y más seguridad y tranquilidad para el paciente.

Beneficios respecto el 3D y los tratamientos tradicionales

La realidad virtual multiplica los beneficios del 3D gracias a la sensación absoluta de realidad. Por tanto, representa una poderosa herramienta al servicio de, por ejemplo, profesionales de la salud mental, siendo capaz de inducir emociones y reacciones muy parecidas a las que se darían en el mundo real.

realidad virtual en el ámbito de la salud

Se han diseñado aplicaciones para superar determinadas fobias: miedo a volar, a la oscuridad o a situaciones claustrofóbicas. Esto sitúa a la realidad virtual como una herramienta idónea tanto para el diagnóstico como para el tratamiento psicológico.

Con esta tecnología podemos repetir una situación determinada tantas veces como sea necesario y además, sin salir de la consulta. Además, permite controlar los parámetros de la situación a la que está expuesto el paciente, con la ventaja de que nada de lo que teme ocurrirá.

Sumado a esto, puede ser muy útil en personas con niveles de ansiedad tan elevados que se niegan a realizar la exposición en vivo.

¿Todos los perfiles de pacientes se pueden tratar con Realidad Virtual?

Para empezar un tratamiento de este tipo no es tan importante la edad, sino las actitudes y aptitudes. Se ha encontrado que tanto las personas introvertidas como aquellas con una mayor inteligencia espacial, podrían responder mejor a este tipo de tratamientos.

Aunque la realidad virtual en la salud está todavía en una fase muy inicial, puede llegar a ser clave si se aprovecha todo su potencial.

¡Que se potencie este salto de la realidad a la ficción!

Ona Corominas y Guillem Falco.

 

 

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