Hace 25 años el consejo farmacéutico era el valor más apreciado en una oficina de farmacia. Pero, tal y como sabemos la oficina de farmacia de hoy en día ha cambiado totalmente. Las decisiones de la administración sanitaria sobre el gasto farmacéutico han provocado un cambio radical en las oficinas de farmacia. El Sistema Nacional de Salud redujo los precios de los medicamentos financiados de prescripción e impuso unos reales decretos a las farmacias para hacer pagar una aportación sanitaria a Sanidad.

 

Además, las farmacias han perdido la exclusividad de algunos productos cómo, por ejemplo: productos de dietética y dermo farmacia. Esto hace que los farmacéuticos compitan en un mercado externo y se tengan que formar en marketing y ventas.

 

Actualmente, los farmacéuticos han de potenciar la parafarmacia, no sólo con las ventas y el cross-selling sinó también haciendo una buena gestión en el momento de las compras con los laboratorios ya que los medicamentos de prescripción se han devaluado y no aportan suficiente beneficio a la farmacia.

 

Por otra parte, los farmacéuticos y auxiliares han de tener un rol proactivo. Se han de desarrollar funciones cómo: especialistas por categorías, escaparatistas e encargados de imagen, encargados de marketing digital y e-commerce

 

El farmacéutico ha pasado de ser un boticario a un empresario, quién ha de posicionar y optimizar la farmacia aplicando imprescindibles herramientas de marketing, campañas de promoción y técnicas de fidelización entre otras.

La farmacia es un centro donde se ofrece salud, garantía, confianza y seguridad y se ha de aprovechar para ofrecer ventajas competitivas y diferenciarse de la competencia.

Gemma Garrell

Máster en Marketing Farmacéutico de la BSM de la UPF

 

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