No, no es que quiera escribir un post sobre mí. Quizás alguno se esté preguntando ¿entonces?
La respuesta es que AIDA es el acrónimo de Atención, Interés, Deseo y Acción. Es una fórmula para lograr captar más clientes, y por lo tanto una herramienta de marketing que deberemos tener muy presente para mantener o conseguir la cada vez más ansiada atención del consumidor sobre nuestro producto.
En el mercado farmacéutico, muy controlado en lo que a publicidad y comunicación directa al consumidor se refiere, la técnica AIDA la podremos aplicar en aquellos productos no sujetos a receta médica, los denominados OTC.
En esencia, AIDA es el proceso con el que se seduce al consumidor para que acabe comprando nuestro producto.
Buscamos su Atención con una manera atractiva de presentar el producto, que le cause el impacto suficiente para que no olvide, para que no se fije en otros, para que nos mantenga en su mente.
Tenemos el primer pasito y con él la primera letra (A), ahora necesitaremos que se interese por nuestro producto, no únicamente que le preste atención.
Para obtener el Interés del consumidor resaltaremos los beneficios del producto y con ello no hablo de las características del propio producto. El beneficio va más allá, es el valor añadido que le hace diferente y sobre el que haremos hincapié. Es el beneficio especial que le diferencia de sus semejantes y en el que queremos que el cliente se interese.
En el momento en que ya tenemos su interés, tenemos también dos letras (AI) y estamos en el momento mágico del proceso, el momento en el que se busca ser el Deseo del consumidor.
Le seducimos para que su objeto de deseo sea el nuestro. Queremos crearle ese sentimiento de necesidad subjetiva atribuible al deseo. Queremos ser lo que quiere, lo que busca y lo que necesita, queremos ser su manzana prohibida.
Y con el deseo del consumidor ya casi hemos finalizado, ya tenemos tres letras (AID). Y, ya que jugamos un poco con las palabras, un poco de “AID o ayuda” si necesitaremos para finalizar el ciclo.
Quizá en este punto se puede creer que ya esta todo hecho, el consumidor ya nos ha prestado atención se ha interesado por nosotros y sí, nos desea… pero falta que realmente haga que su deseo se convierta en realidad.
Necesitaremos la Acción, ayudarle con un último empujón a que adquiera nuestro producto. Si lo logramos obtendremos la compra y también toda la palabra (AIDA).
Ahora ya conocéis todos a AIDA, la fórmula con la que se busca obtener una mayor capacidad de ventas con herramientas de marketing que hagan de nuestro producto un producto atractivo que llame la atención, despierte el interés, suscite el deseo y lleve al consumidor a la acción, a la compra de nuestro producto.