Pfizer tomará buena nota de lo que suceda en Europa a partir del 21 de junio y es que la patente de su blockbuster Viagra (sidenafilo) expira ese día en el viejo continente. Pfizer consiguió salir victorioso del litigio que mantuvo con la empresa de genéricos Teva en Estados Unidos y consiguió una extensión de patente hasta 2019 para el mercado americano.
En Europa, esto no sucedió. Así que quizás hubo hombres que, por necesidad y con permiso de su médico, pudieron celebrar la víspera de San Juan adquiriendo el genérico de la famosa pastilla azul por un precio mucho más bajo que el de la marca original, que se estima podría bajar hasta el 10% de su precio original.
A pesar de la bombona de oxígeno que recibió Pfizer en Estados Unidos, parece claro que las ventas de Viagra -que facturó 2.000 millones de dólares en 2012 a nivel global- disminuirán fuertemente este año.
La incógnita es cómo responderá el gigante americano. Sí sabemos que las compañías de genéricos agudizan su ingenio y cuidan hasta el más mínimo detalle. El ejemplo es Corea, donde hace un mes que ya se pueden vender versiones genéricas de Viagra.
Pronto podremos encontrar decenas de genéricos de sidenafilo que irán desde versiones con sabor a menta hasta píldoras que han cambiado su diseño -originalmente azul y con forma romboidal- para conseguir una pastilla menos identificable y que permita al paciente tomarla sin necesidad de esconderse para no ser identificado como un hombre afectado de disfunción eréctil.
De momento, en Pfizer parecen aceptar la derrota. Muestran más preocupación por el mercado americano, donde han lanzado una web de venta directa de Viagra para contrarrestar el mercado negro. Desde la compañía dicen que además esta web mejora la privacidad demandada por el paciente, que podrá encontrar ofertas y descuentos de hasta el 30%.