Las 10 paradojas del innovar y del emprender
1. Creatividad – Disciplina
Tener ideas está sobrevalorado. Llevar las ideas a la práctica está infravalorado. Innovar y emprender es hacer. La disciplina de llevar las cosas a cabo es la competencia clave. Todo el respeto para los que crean; toda la indiferencia para los que destruyen.
2. Riesgo – Responsabilidad
No me creo ningún emprendedor que no arriesgue de su bolsillo nada de nada. Emprender es arriesgar. Ni en la innovación, ni en el emprendimiento todo es predecible por eso genera tanta tensión con el negocio del día a día, que lo que busca es predictibilidad.
3. Razón y pasión
Pensar, es decir, tener lecturas propias de contextos compartidos, es la base que permite construir propuestas innovadoras y proyectos de empresa diferenciales. Pero al lado de la razón necesitamos la pasión que nos compromete, que nos emociona. Sin pasión, no es lo mismo.
4. Expertise y equipo
Cuanto antes sepamos qué no sabemos hacer, mejores emprendedores seremos. Cuando mejores seamos en complementarnos en equipo, más oportunidades de éxito tendremos en nuestros proyectos de innovación y emprendimiento. Necesitamos expertise, pero como dice Jerry Engel, “entrepreneurship is a team sport“.
5. Empezar pequeño – Pensar en grande
Se puede empezar pequeño, pensando en grande. Se trata de hacer negocios porque queremos resolver grandes problemas y no como han hecho algunos que para hacer negocios ellos acaban creando grandes problemas a los demás.
6. Aprender y desaprender
Aprender y dar resultados es clave de un éxito sostenido (con lagunas y baches de fracaso probables). Aprender del éxito y del fracaso. Y desaprender (estar dispuesto a olvidar paradigmas que nos dieron éxito en el pasado en contextos que ya no existen más). Desaprender es un ejercicio personal duro que permite prolongar razonablemente alguna juventud.
7. Mercado y subvención.
A nadie le amarga un dulce, pero las empresas viven de los mercados y se dopan con subvenciones. El dinero público puede acelerar un negocio pero su sostenibilidad le viene de los clientes. Las empresas que innovaban por subvención y no por convicción nunca se convirtieron en empresas innovadoras, nunca pensaron seriamente que la innovación era su forma de estar y crecer en los mercados.
8. Ambición y humildad
La ambición es necesaria y un cierto sentido killer para cerrar negocios también. Pero un día uno está arriba y al otro está abajo. La humildad es la actitud de no despreciar a nadie y de ser capaz de aprender de todos. La humildad es una gran fuente de oportunidades; la soberbia, una gran fuente de necedades.
9. Individuo – Sociedad
Los proyectos innovadores y emprendedores tienen sello personal (o de equipo). Las cosas van bien y van mal por la competencia de cada uno. Si se fracasa, se intenta aprender y pagar deudas. Pero no se adopta la queja como trayectoria. Quejarse sistemáticamente es lo menos emprendedor que hay.
La innovación y el emprendimiento son formas de responsabilidad social de primer orden. Innovar es una forma de estar en las organizaciones y emprender es una forma de estar en la sociedad.
10. Esfuerzo y diversión
El esfuerzo se mezcla con la ilusión, las horas infinitas pueden pasar rápido y tener sentido. El esfuerzo inteligente es la base de construir oportunidades y de una cierta felicidad. Trabajar mucho y divertirse.
Y lo más importante, lo repito: LA HUMILDAD.