Por Arnau Rodríguez

El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. De hecho, el pasado año se atribuyeron casi 10 millones de defunciones a esta enfermedad, lo que supone un 16,6% de las muertes registradas en todo el mundo.

Los más prevalentes son el cáncer de mama, de pulmón y el cáncer colorrectal. Dependiendo del tipo de cáncer y diagnóstico, las terapias tradicionales incluyen las intervenciones quirúrgicas, la radioterapia y la terapia sistémica, donde se encuentra la quimioterapia.

Dentro de estas distintas terapias oncológicas, el último grupo terapéutico en incorporarse como vía de tratamiento son los ADC. Estos anticuerpos monoclonales, ligados a agentes citotóxicos, actúan justo en el interior de la neoplasia evitando así dañar las estructuras sanas alrededor del tumor.

Por lo tanto, se abre un nuevo campo en el ámbito oncológico de la mano de esta nueva clase de fármacos que, según los expertos, son más eficaces que las terapias actuales y consecuentemente suponen un nuevo mercado en un campo tan importante como es la Oncología. Actualmente, se calcula que el potencial económico del sector supone unos ingresos de 150.000 millones de dólares anuales.

A la vista de los beneficios de los ADC y el ‘premio’ que supone tener un blockbuster en un mercado gigantesco como este, el pasado año la FDA aprobó 11 ADC diferentes, aunque no únicamente centrados en la Oncología. De hecho, Sanofi y AstraZeneca quieren ampliar las enfermedades a las que tratar con estos fármacos.

La competitividad será muy alta. Por ejemplo, AstraZeneca, con la aprobación de Enhertu para el tratamiento del cáncer de mama, entre otros, podría generar unos 10.000 millones de ingresos adicionales para la compañía: estamos hablando del ¡25% de sus ventas! Sin duda, un mercado con mucho potencial.

Nuestros tres ADC en desarrollo beneficiarán a más de 50.000 pacientes oncológicos en 2025

dijo Ana Zubeldia, directora de la unidad de Oncología de Daiichi Sankyo. Y es que otra de las compañías que están apostando por esta terapia es esta empresa japonesa. Asegura que actualmente hay decenas de ADC en estudio, pero que los de esta marca tienen el potencial de transformar la atención terapéutica del cáncer de como la conocemos hoy día. Concretamente, habla de tres ADC principales, dos de ellos considerados best-in-class, y que se dirigen a los receptores HER2 y TROP2, presentes en algunos tipos de cánceres como el de mama, pulmón o colorrectal.

Otra de las compañías que está desarrollando terapias ADC es Roche. De hecho, se estima que su market share dentro del mercado de la Oncología evolucione del 11,9% (en 2017) al 26,4% (en 2024). Es decir, en apenas siete años, habrá doblado su cuota de mercado.

Pese a esto, otras grandes compañías de la industria como Novartis –cuyos ingresos de Oncología representan el 33% del total- no dispone de ningún tratamiento ADC aprobado ni en preparación.

Como conclusión, los ADC se posicionan como tratamiento de futuro para la Oncología. Asimismo, hay compañías farmacéuticas que llevan años preparándose y otras que aún no tienen ningún fármaco en proceso. Veremos qué decisiones toman unas y otras y cómo afecta esto al mercado oncológico y, por supuesto, a la salud y al tratamiento de los pacientes oncológicos.

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