Por Sofía Herranz

 La relación marca-cliente es algo que todas las empresas tienen en cuenta. Cada año, las grandes empresas destinan millones en desarrollar relaciones excelentes con sus clientes. Ya que un cliente con una buena relación con la marca estará dispuesto a pagar hasta un 13% más. Por lo tanto, interesa destinar esfuerzos en esa dirección.

La complicación en el sector salud parte de que los clientes son pacientes. La relación entre paciente y marca en el sector salud se hace complicada, ya que, por un lado, es un servicio de primera necesidad y, por otro, las compañías farmacéuticas no tienen tanto acceso a los pacientes como les gustaría. Entonces ¿el sector salud no puede hacer más?

Sí, claro que puede y debe… y, afortunadamente, está en ello. Ha sido gracias a la pandemia que todo el sector se ha visto obligado a avanzar, generando otras oportunidades en el paciente que hasta ahora no eran viables. ¿Por qué si todas las marcas se han ido adaptando a los cambios de los consumidores, la salud no lo ha hecho? Compramos online y queremos las cosas ahora. Si los consumidores exigen que un pedido tarde 24 horas en llegarles, ¿qué hace pensar que quieran esperar 4 días para que les atienda un profesional? Parece que la salud tiene el privilegio de no pensar en sus clientes porque no le van a abandonar.

Si la pandemia ha dejado algo bueno, es que ha hecho que el sector avance a pasos agigantados. Tener la posibilidad de consultar a tu médico con una videollamada nos parecía una locura, pero para una enfermedad crónica o una consulta de atención primaria ¿por qué debería serlo? Según los últimos datos, este año se han realizado 19.200 consultas online y más de 4.300 videollamadas y, según las tendencias, esto seguirá aumentando en los próximos años. Además, el 70% de los usuarios de la telemedicina aseguran querer volver a usarla.

Sin embargo, adaptarse al cliente no es solo cambiar la forma en que consume, también lo es en la forma en que se relaciona con otros pacientes, médicos e instituciones. Además, estos avances no solo pueden ser aprovechados por los usuarios. También son la oportunidad de generar nuevas relaciones entre profesionales. Eliminar fronteras geográficas para la salud y poder aportar mejoras en las vidas de los pacientes, que es lo realmente importante.

 

Un buen ejemplo de todo ello es la Plataforma para la prevención de la fractura por osteoporosis. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes y fue creada por la compañía  UCB y Amgen.

Con esta plataforma vamos a buscar, a través de la colaboración de todos los agentes implicados, mejorar la calidad de vida de las personas y disminuir la factura económica. Pretende ser el altavoz de una enfermedad que sigue teniendo escasa visibilidad y concienciar de la gravedad que tiene. Además, pretende servir de punto de encuentro para que entre todos podamos desarrollar soluciones

 

Poco a poco, avances que en otros sectores llevaban años utilizándose, aparecen también aplicables a nuestra salud. Es que, de no ser así, este sector acabaría con años de desventaja con respecto a otros. Aunque sea un servicio esencial, no debe olvidarse que la experiencia del usuario cuenta. Los profesionales nunca trabajan solos y la tecnología ha llegado para quedarse.

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