Os invito a leer este artículo relacionado con la publicidad y el marketing. Es muy interesante y plantea la situación actual desde un determinado punto de vista que después comentaré.

Después de leerlo -justo ahora que estamos sumergidos en el módulo de comunicación- a mí se me plantean varias reflexiones que quiero compartir con vosotros.

Es un artículo muy interesante donde se refleja el cambio que en pocos años han sufrido la publicidad y el marketing. Estamos en una espiral irrefrenable hacia todo lo tecnológico, hacia todo lo llamado 2.0. Ya no se explican campañas de publicidad o movimientos de marketing de cualquier marca si no se incluyen de alguna forma en los soportes digitales: blogs, redes sociales, etc. En definitiva, si no están presentes en internet.

No solo es un cambio de hábitos el que se está produciendo en la sociedad, sino que es ya una nueva forma o estilo de vida: las compras y el estar siempre comunicado, el recibir impactos publicitarios o de marcas a las que quizá sigas desde tu dispositivo móvil, siendo el propio usuario quien busca la publicidad y el acercamiento y el continuo contacto con la marca o el producto. Es un giro en nuestra forma de vivir la vida, es un elemento que está realmente incorporado y al que se le debe prestar la atención que se merece.

Como profesionales del sector es obvio que no se puede ignorar este nuevo canal de comunicación: un canal mucho más cercano, más impactante y directo, un canal que permite una proximidad y una posibilidad de crear necesidad al propio consumidor, de seguir aquello que busca, el producto que desea o le interesa. La fidelización es, al igual que todo el proceso, mucho más rápida.

Debe saberse gestionar y buscar estrategias más rápidas, más flexibles. A mi entender, debe trabajarse más el movimiento del producto. Me explico: evitar que muera olvidado si no está en continua evolución publicitaria, frente a nuevos  recursos que lleguen de marketing. Es un entorno a mi entender muy exigente. Quizá sí estaría de acuerdo en que se pierde el romanticismo de lo hasta ahora tradicional, pero este tipo de mercado demanda este tipo de acción.

El consumidor tiene entre sus manos la publicidad, el marketing de aquello que desea en cualquier momento ya no solo si lee revistas o periódicos, mira el televisor o se fija en las vallas publicitarias en las calles. Es cierto que se abre todo un nuevo marco en el que impactar, y no es un marco que se deba ni se pueda ignorar como marca, producto o compañía. Como profesionales del marketing o la publicidad, es demasiado el alcance como para permitirnos no estar presentes en él.

No se menciona en el artículo la globalidad que implica internet. El impacto de una acción publicitaria en la red puede ser inmensa y a un nivel que en los medios tradicionales no sería imaginable.

Dicho todo esto, discrepo un poco en algún punto del artículo. Creo que sí tiene aún importancia la publicidad aquí llamada tradicional -si bien es cierto que cada vez hay menos anuncios en prensa escrita- se mantienen los anuncios en televisión, revistas o en la calle. Se sigue haciendo publicidad tradicional y si es así es porque no todo es lo digital, no todos los segmentos de la población encajan en lo digital. Y aún encajando en lo digital, si se les preguntara por anuncios que les llaman la atención, anuncios que les encantan o les horrorizan, creo que en su mente como mínimo habría uno de ellos y eso significa que quien lo ha creado -el publicista y el movimiento generado desde marketing- ha llegado, ha influenciado y ha logrado llegar a transmitir el mensaje.

Para mí, lo tradicional no es obsoleto sino que seguirá siendo parte del proceso comunicativo aunque ahora junto a un nuevo medio. No dejarán de necesitarse creativos ni serán despreciadas las campañas de marketing de “toda la vida”. Simplemente, entra en juego un nuevo elemento al que adaptarse, al que saber darle el espacio y el segmento al que va a dirigirse. Es un nuevo elemento más que añadir y que ya tiene y cogerá más fuerza, pero no por ello deben dejarse de creer en las campañas de siempre, una campaña creativa novedosa y dirigida a un target con el mensaje adecuado no dejará indiferente al consumidor si lo visualiza por el televisor o en una valla. Es decir, en cualquier soporte no digital.

Lo importante es comunicar, impactar ya sea desde lo tradicional o lo digital. Lo importante es seguir influenciando, convenciendo, descubriendo y cubriendo necesidades y expectativas, revelando deseos alcanzables por y para el consumidor. Todo ello a través del marketing y la publicidad, sea en el medio y la forma que sea, sea en el ámbito que sea. Sea lo que sea, pero que no pierda la esencia de lo que es el marketing y la publicidad. Su esencia, en el formato que sea, nunca será obsoleta.

Aida Glatkov Martorell

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