Hace unos días se celebró en Barcelona Infarma, uno de los eventos más importantes del año para los farmacéuticos comunitarios, principalmente a nivel nacional. Infarma reúne, por un lado el Congreso Europeo de Oficina de Farmacia, de objetivos mayoritariamente científico-profesionales, en el que ponentes de diversos países europeos abordan temas de especial interés para la Farmacia en la actualidad; por otro lado, el Salón de Medicamentos y Parafarmacia, con fines más comerciales, informativos y divulgativos, en el que expositores de diferentes sectores (empresas, laboratorios, instituciones, ONG, medios de comunicación, etc.) presentan sus productos y novedades.

Como farmacéutica comunitaria, he tenido la oportunidad de asistir a este evento en varias ocasiones y de cada nueva edición he podido extraer algunas observaciones:

2007: no había laboratorio farmacéutico que no tuviera presencia en el Salón. Los stands eran vistosos y las muestras y gadgets se repartían “generosamente” a todos los asistentes que se acercaban por allí.

2011: fue el año de la Tecnología, representada por una amplia variedad de empresas que ofrecían sistemas de robotización, etiquetas digitales… En aquel momento, las oficinas de farmacia no se encontraban aún en una situación tan crítica y muchos propietarios se planteaban ampliar o reformar sus farmacias para mejorar la rentabilidad de su negocio.

2013: en esta última edición, me ha llamado la atención la ausencia de muchos laboratorios en el Salón. Sin embargo, he observado un claro aumento en la oferta y el nivel de las charlas y conferencias, actividades de formación… ¿A qué se debe esta tendencia? En primer lugar, a los “recortes” de presupuesto de las empresas del Sector; después, al mayor interés y preocupación de los farmacéuticos por el futuro de la Farmacia.

Cada vez hay más laboratorios que “se apuntan” a la estrategia digital -de costes más bajos- y utilizan las nuevas tecnologías para promocionar sus productos, comunicarse con sus targets, conocer sus necesidades, ofrecer servicio e información. En definitiva, para hacer un Marketing más personalizado.

Por otro lado, el farmacéutico también necesita de las nuevas tecnologías para dar un giro a su negocio y diferenciarse aportando “valor”. La Oficina de Farmacia ha de reinventarse y apostar por la innovación. Para ello, el papel de la Industria Farmacéutica es muy importante. Cursos de Formación online, Desarrollo de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Oficina de Farmacia, Técnicas de Venta o Coaching son algunas de las estrategias de aproximación a las necesidades del farmacéutico.

Atrás quedaron aquellos tiempos en los que la gente salía de Infarma cargada de bolsas repletas de muestras y regalos. Estamos frente a un cambio de modelo en el que el mundo “OutFarma” está ganando terreno al mundo “InFarma”. Sin embargo, uno y otro deben ir siempre de la mano, sino no tendría sentido.

Arantxa Sainz de los Terreros

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