Por Lucas Doménech,

Socialmente hemos vivido en un entorno acostumbrado a lo estático, a lo cotidiano, a aquello que nuestro cerebro interpretaba e identificaba a nivel neuronal como estímulos seguros. Pero ¿qué pasa cuando viene una pandemia mundial, derriba todo aquello que conocías y te obliga a adentrarte de lleno en el temido cambio?

Seguramente, esta conocida frase de Charles Darwin te permita reflexionar:

No es la especie más fuerte la que sobrevive ni la más inteligente, sino aquella que responde mejor al cambio.

Y ¡qué razón tenía! Desde hace apenas dos años, nuestro entorno ha cambiado a niveles desorbitados y es ese cambio el que ha permitido reestructurar los modelos de negocio y transformar el sector farma y salud hacia la digitalización.

El sector farmacéutico ha sido siempre un entorno muy estático debido a las altas regulaciones en cuanto a la seguridad del usuario. Sin embargo, la pandemia ha puesto de manifiesto que estos modelos tan anclados en la estaticidad no eran del todo válidos para el gran cambio que estamos viviendo actualmente. Este es un momento histórico en que nos tenemos que adaptar a la “nueva realidad”, adentrándonos en un ecosistema más digital, tecnológico y personalizado de cara a los pacientes.

Impacto de las oportunidades de la IA en el sector salud y en la atención con el paciente

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el sector salud a través del incremento de la eficiencia y la reducción de costes y riesgos. La adopción de la IA en el sector salud se traduce en una mejora en la calidad de vida de los pacientes y en el respaldo y alivio de la carga laboral del personal sanitario.

La existencia de empresas especializadas en este campo de investigación sitúa a la IA en el centro de la innovación. Ello es debido a la gran influencia que tienen de poder mejorar la exactitud y precisión del diagnóstico del paciente. Asimismo, pueden actuar como nexo de unión con otras tecnologías más innovadoras o disruptivas.

La impresión 3D, wereable technology, presencia de chat bots en centros de salud, entre otros, son ejemplos de IA aplicada en el sistema sanitario que suponen grandes desafíos porque posibilitan una transformación total del sector médico.

A su vez, con la implantación de la IA podemos observar nuevas tendencias en la detección de necesidades, así como la participación de nuevos players y partners no tradicionales del sector salud que entran para dar valor a los datos con el principal objetivo de aportar soluciones que faciliten la mejora en el análisis predictivo y cuidado preventivo de las enfermedades.

Hoy en día, se está hablando de la medicina de las 4P, un nuevo modelo sanitario que tiene como objetivo conseguir una medicina Personalizada, Preventiva, Predictiva y Participativa: ofrecer el tratamiento adecuado, al paciente correcto, en el momento exacto. Un cambio revolucionario que traslada al paciente hacia el centro del sistema de salud, con un cuidado más personalizado.

Se piensa que el aprendizaje automático y la velocidad de análisis de los datos puede llegar a descubrir las causas más graves de las enfermedades. Por ello, existen nuevas vías de actuación como es el caso del Nationwide Children’s Hospital en EEUU, un centro que presenta soluciones de diagnóstico basado en la inteligencia artificial con la tecnología Kinect Microsoft. A través de ella, es capaz de reconocer el movimiento de los bebés para ayudar a la identificación temprana de trastornos respiratorios como el síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL).

Dentro de un sistema más personalizado, entra también con mucha fuerza la aparición de asistentes conversacionales. Se estima que la tasa de éxito de las interacciones de bots en el sector de la salud pasará del 12% en 2020 al 75% en el año 2022. A partir de bases de datos en las que se recogen multitud de historiales clínicos de otros pacientes, los asistentes conversacionales serán capaces de ofrecer al paciente respuestas personalizadas basadas en la información predictiva que las compañías tienen sobre nosotros, como es el caso de Woebot y Therachat.

A nivel económico, la incorporación de la IA en el sector salud puede suponer una mejora en el rendimiento, en la reducción de la inversión de tiempo y costo para el desarrollo de medicamentos y dispositivos médicos. Así mismo, un incremento en la atención médica preventiva y un aumento en la velocidad y precisión del diagnóstico.

Invertir en medicina preventiva y en el desarrollo de modelos de IA puede dar pie a la aparición de nuevos sistemas y aplicaciones como es el caso de:

  • Open Bionics, una compañía de impresión 3D que imprime prótesis de las articulaciones con un coste de fabricación un 90% más económico que las prótesis tradicionales.
  • Kardia, una app que desarrolla un sistema basado en sensores que permite la toma de electrocardiograma de grado médico en 30 segundos y lo comparte con los médicos, capturando los latidos irregulares del corazón cuando se producen.
  • El Sistema de Inteligencia de Imágenes de Retina (IRIS) donde la retinopatía diabética puede ser detectada evitando el riesgo de ceguera en adultos en edad laboral en un 95%.
  • BC Cáncer, una herramienta de diagnóstico por imágenes del cáncer para ayudar a los radiólogos e investigadores del cáncer a mejorar la detección y evaluación de tumores en imágenes PET/ CT.
  • La Fundación Novartis quien desarrolló un programa basado en un sistema de detección y tratamiento temprano de la lepra a través de la IA, basado en la vigilancia en imágenes de las lesiones cutáneas.

En resumen, hablamos de la Big Data y la importancia de recoger un amplio volumen de datos para poder disponer de una medicina más concreta y correcta a la hora de establecer diagnósticos clínicos para determinadas patologías; la influencia del know-how para aportar valor a todos aquellos datos que se recojan en el sistema sanitario; por último, la necesidad de establecer nuevos modelos de acción para la detección precoz de enfermedades en pacientes a través de la IA y del sistema de inteligencia por imágenes.

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