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Este lunes, día 1 de abril, me he topado con el siguiente artículo en el periódico El País, “Hospitales públicos catalanes cobran por dar habitación individual”.

En él se recogen algunas de las últimas medidas que están aplicando ciertos hospitales públicos catalanes para hacer frente a los continuos recortes a los que les está sometiendo el gobierno de la Generalitat, que en 2011 redujo un 8,5% el presupuesto destinado a los hospitales y en 2012 un 11,3% el gasto por paciente.

Entre los hospitales que están implementando nuevas estrategias de financiación, encontramos:

  • El Hospital Clínico de Barcelona cobra a los acompañantes de los pacientes ingresados por pernoctar en sus instalaciones, ya sea en cama o en butaca.
  • El Hospital de Sant Pau permite saltarse la lista de espera en intervenciones de cirugía vascular previo pago de la intervención.
  • Los hospitales de L’Esperança, de Vic, de Berga, de Campdevànol, de Blanes y de La Seu d’Urgell alquilan las butacas para los acompañantes de los pacientes para poder reclinar el respaldo.
  • El Hospital de la Seu d’Urgell lleva a cabo operaciones por la vía privada para saltarse la lista de espera y aumentar sus ingresos.
  • El Hospital de Igualada alquila habitaciones dobles para no tener que compartirlas con otros pacientes.

Las nuevas vías de financiación que están abordando estos hospitales están comprometiendo el acceso universal en condiciones de equidad a los servicios públicos sanitarios.

Esto es posible debido a las peculiaridades del sistema sanitario catalán, dónde solo 8 de los 62 centros hospitalarios públicos son gestionados directamente por la Generalitat. Los 54 restantes, aunque están financiados casi enteramente por el Departamento de Salud, cuentan con plena autonomía de gestión ya que dependen de municipios, entes públicos y fundaciones o empresas privadas.

Estas nuevas medidas de financiación son otra vuelta de tuerca a la remodelación del sistema sanitario público catalán y al copago sanitario, y amenazan con segregar a los usuarios de la sanidad catalana en pacientes de primera o de segunda en función de su poder adquisitivo.

Javier Martínez

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