Por Sílvia Fernández,

La industria farmacéutica se enfrenta a una nueva etapa de su historia. Una necesidad de adaptación, pensarán algunos. Una oportunidad para la acción, dirán otros. Ahora es el momento de rediseñar estrategias, reposicionar las cadenas de valor, volver a priorizar los procesos e intensificar la innovación.

Teniendo en cuenta todo ello, aparece un nuevo concepto de moda en el sector: patient centricity. Tal como indica su nombre, patient centricity busca integrar al paciente en la toma de decisiones que afectan a su salud.

Los pacientes en busca de diagnóstico y tratamiento ideal

Los pacientes son cada vez más conscientes y digitales: buscan información de forma constante, proactiva y autónoma, evalúan sus signos y síntomas y tienen a su alcance todo tipo de información para llegar a un autodiagnóstico (que puede ser, o no, erróneo), antes siquiera de hacer una consulta médica.

Siguiendo este mismo proceso, el paciente también se habrá formado una idea sobre cuál será el tratamiento más alineado con su “diagnóstico” y, por tanto, el “mejor” respecto a la información que habrá encontrado.

En consecuencia, hoy día la función del profesional sanitario ha cambiado. A partir de ahora, ya no será solo diagnosticar y prescribir, sino también ser capaz de convencer al paciente del tratamiento prescrito, de transmitirle confianza sobre este, de lograr su adherencia al tratamiento y a sus pautas y recomendaciones de estilo de vida.

Patient centricity y su conexión con la industria farmacéutica

Las compañías farmacéuticas hablan continuamente con profesionales de la salud y asociaciones de pacientes sobre las necesidades de estos. Sin embargo, parecen destinar mucho menos esfuerzo en preguntar a los propios pacientes qué quieren y qué necesitan. En consecuencia, las necesidades y preferencias de los pacientes a menudo siguen sin estar bien definidas para la industria farmacéutica, al quedar lejos de su alcance directo.

No obstante, el profesional sanitario necesita un socio, con los recursos adecuados, y con una gran potencial en nuevas tecnologías, para poder hacer realidad el concepto patient centricity. Y es aquí donde entra en acción la industria farmacéutica, entre otras herramientas, con los programas multicanal.

La intervención multicanal

La intervención multicanal integrada mejora la adherencia al tratamiento, permite comprender el papel del paciente en el manejo de su patología y proporciona un programa de soporte para el paciente durante su journey.

Las soluciones que deben proporcionar las empresas farmacéuticas giran en torno a tres ámbitos:

  • Dar soporte en el cumplimiento del tratamiento, promoviendo el home-delivery, la creación de materiales para tratamientos de autoadministración, apps de recordatorio y estilo de vida saludable, etc.
  • Dar soporte indirecto al paciente para que entienda su patología, tratamiento y rol, desarrollando materiales educativos, apps, webs informativas, etc. que podrán ser propuestas al paciente a través del profesional sanitario.
  • Dar soporte en la asesoría de los pacientes durante su journey, facilitando el contacto de pacientes con el personal sanitario o las asociaciones de pacientes, para que puedan explicar sus vivencias o problemas respecto a la patología y el tratamiento. Asimismo, por ejemplo, creando materiales de asesoramiento sobre cómo actuar cuando a un paciente le ocurre un hecho relevante relacionado con su patología durante el journey.

En definitiva, la intervención multicanal debe interpretarse como un win-win para los tres elementos de la ecuación: paciente, profesional sanitario y empresa farmacéutica. Eso sí, sin perder nunca de vista el foco principal:

Todo paciente requiere una experiencia personalizada y las empresas farmacéuticas pueden dar apoyo para hacerla realidad.

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